miércoles, 26 de septiembre de 2012

CAPACITAD DE ANALISIS DE UN JUEGO DE MAGIA

Durante casi veinte años, me he dedicado a la enseñanza de la magia y siempre he observado muy de cerca cual era en cada caso, la manera mas adecuada y según el alumno, la manera mas adecuada de impartir cada cursillo. Todo siempre con un previo análisis de conducta y estableciendo un perfil psicológico de la persona que tenía delante en la primera clase.

En cuanto a cursillos de cartomagia se refiere, siempre he propuesto, como ejercicio y capacidad por parte del alumno, el juego de LA CARTA DE LA SUERTE. Algunos han sido capaces de memorizar todos los pasos correctamente y la mayoría no lo han hecho. Por supuesto, no ha sido posible que reconstruyeran el método a posteriori, incluso dando ciertos parámetros muy definidos.

De cara a la manera de impartir clases con mis alumnos, siempre decido cual es o será la manera mas adecuada de hacer esto, según las normas en el proceso de información por el que se rige el cerebro humano y según las normas de la GESTALT en cuanto a PNL se refiere.

Unos necesitan que la clase sea mas auditiva y una explicación muy detallada de las técnicas o conceptos que hay que explicar para el buen desarrollo de un efecto, apoyado con la correspondiente ilustración técnica en mis manos. Aunque una vez asimilado el concepto, simplemente ayudados por el libro de texto que acompaña el cursillo acaban de entender todo aquello que en principio desde un punto de vista cognitivo no tenían claro.

Para los mas visuales, una descripción visual en mis manos detalladamente de la técnica, es mas que suficiente repetirla no mas de tres veces.

Y los emotivos, me gusta hacerles trabajar los dos aspectos anteriores haciendo que sean mas analíticos a partir de ese momento en sus vidas, como les ocurría a los magos clásicos de antaño y prácticamente de la misma manera que aprendimos los de nuestra generación.

Es ésta capacidad de análisis con la que mas disfruto cuando dejo a un alumno sin explicación, puesto que, aparte de llevarse consigo la emoción mágica, busca el premio en el interior de su propio intelecto y crea una mas que diferenciada capacidad de observación en la vida cotidiana a los mas pequeños detalles que ocurren día a día.

Atentamente,

F. Amílcar Riega i Bello.