sábado, 21 de noviembre de 2015

EL JUEGO Y LA MAGIA

El juego es una característica inherente a la naturaleza humana, que ha acompañado a la humanidad desde la antigüedad y a lo largo de toda su historia, y que está presente en todo tipo de sociedades.

Por otro lado, el análisis de los juegos forma parte del instinto natural de todo mago. ¿Cómo ganar, o no perder, a un juego?, ¿Cuántas posiciones distintas son iguales?, ¿Cuántas partidas diferentes se pueden jugar?, ¿Cómo obtener la solución a un rompecabezas de ingenio?, ¿Existe siempre solución?, ¿Cuántas soluciones distintas podemos conseguir?, ¿Cuántas de ellas tienen una determinada propiedad?. Estas y otras preguntas similares, han cautivado a los magos de todos los tiempos por el profundo interés de las mismas en relación con su filosofía.

Existe un fuerte paralelismo entre la búsqueda de la solución de un rompecabezas o de la estrategia ganadora de un juego competitivo y la resolución de un juego de magia, y por tanto, el pensamiento mágico. En este sentido, el juego es una excelente actividad, además de lúdica y social para el desarrollo de las capacidades intelectuales de las personas (análisis, razonamiento, creatividad o imaginación). Y sin lugar a dudas, la magia proporciona herramientas adecuadas para el análisis y la resolución de los juegos.

A lo largo de este artículo hemos centrado nuestra atención en estos dos aspectos de la relación entre los juegos, ya sean rompecabezas, desafíos lógicos o juegos competitivos y los efectos de magia. 

Abrimos pues, una ventana a los juegos matemáticos, pero también a los juegos que cautivaron a los magos.

"Tres vacas comen, en dos semanas, toda la hierba que hay en 2 hectáreas de un prado, junto con la hierba que crece allí durante ese tiempo en ese terreno. ¿Cuántas vacas comerán, durante 6 semanas, toda la hierba que hay en 6 hectáreas de un prado, junto con la hierba que crece allí durante ese tiempo?"

Sir Isaac Newton, Arithmetica Unviersalis, sive de compositione et resolutione Arithmetica liber (1707).

Hasta la próxima, amigos.

F. Amílcar Riega i Bello