domingo, 21 de febrero de 2016

LA TRAGEDIA DE HANCO

En 1903, cuando Harry Houdini estaba deslumbrando a los públicos de dos continentes con sus escapes alucinantes, una nueva estrella sobresalía en el firmamento de la magia. Este artista desconocido fue un joven llamado Hanco, quien hizo algunos escapes claramente maravillosos, algo en el estilo del mismo Houdini.
Hanco siempre aparecía en el escenario como un convicto -una simple, pero suficientemente clara pieza de presentación. Él explicaba a su público que cuando él fue un ex-convicto, había aprendido todos sus trucos mientras estaba en la cárcel. Le habían permitido tener una condena más corta en vista de su buen comportamiento, y había decido de ahora en adelante tener una vida honesta. Este pequeño diálogo siempre se ganó la simpatía del público y él, junto con la claridad de sus escapes, y la belleza y agilidad de la chica que asistía a Hanco, siempre aseguraban una buena recepción para su acto.
Un día hacia final de año, Hanco entró en mi oficina, y me dijo que me regalaba su acto. Nunca me había quedado tan sorprendido en mi vida.
"¿Qué es lo que ocurre?" Yo pregunté. "Hay un gran futuro ante ti".
"Estás equivocado" Hanco contestó, dramáticamente. "No tengo futuro".
"Los periódicos te dirán pronto lo  que necesitas saber". Esta fue su curiosa respuesta. "Si quieres comprar mi efecto del barril, lo puedes tener por 2'10 libras".
El escape del barril de Hanco era el mejor truco en su acto, y yo consideré la oferta del chico joven pensando en lo que había oído. Cerré la oferta, y cuando el hubo dejado mi oficina, él otra vez me aseguró que deseaba guardar su futuro destino en secreto. Esta fue la última vez que lo vi.
En menos de una semana leí en los periódicos una crónica sobre su suicidio. Él mismo se había apuñalado hasta morir en su apartamento en Seymur Street, Liverpool. Y gradualmente la sórdida historia se hizo pública.
Hanco se había enamorado locamente de su asistente, y se convirtió en un celoso de manera insana. Él vendió todo su acto y entonces, con nada más que hacer, se deprimió y se quedó preocupado. La chica trató de consolarlo. Pero Hanco era joven.
"Voy a enseñarte la lección de tu vida", le dijo a la chica. Cuando hubo hablado, tomó el puñal de la mesa y se lo clavó él mismo en el corazón.



Relato extraído del libro: SENSATIONAL TALES OF MYSTERY MEN. Por Will Goldston.