viernes, 21 de julio de 2017

AL BAKER O EL MAGO TOTAL

El título de este encabezado habla por sí solo puesto que, hablar de Al Baker es fácil y, a la vez, difícil. Es fácil porque llegó a tener en su concepción técnica la elegancia de la sencillez en el método y, difícil, porque resumir toda su obra es de una complejidad inusual.

Al Baker nació en 1874 y fue antecesor de varios de los grandes referentes de la magia mundial para todos los que actualmente nos gusta el estudio de la magia. Al Baker no desarrolló grandes concepciones teóricas, sino que se limitaba a trabajar los efectos y a contrastarlos directamente con el público ante el cual trabajaba habitualmente. Todo y que no era un mago profesional, se planteaba el trato, los programas de sus actuaciones y la búsqueda incasable de su propia creatividad, como una cosa muy en serio, aunque siempre desde un punto de vista vocacional.

En su libro THE SECRETS WAYS OF AL BAKER, podemos encontrar desde efectos de cartomagia, micromagia, salón y mentalismo. Lo que hace que nos planteemos que estamos delante de una personalidad muy influyente para los grandes maestros del Siglo XX como Dai Vernon, Annemann, entre otros. La influencia es tal, que podríamos decir que varios de los efectos que estos últimos adaptaron a su propia personalidad, fueron inspirados por la imaginación y creatividad de Al Baker.

Cabe destacar su libro MAGICAL WAYS AND MEANS, del cual se pueden extraer grandes joyas y, probablemente, sea su libro estrella. No por ello menos importante, hay que dejar de valorar el resto de publicaciones que empezaron en los años 20 hasta la década de los 40. Particularmente, me sorprende del libro MENTAL MAGIC, su solución y simplicidad para solucionar el método en un acto de telepatía, para adivinar una carta sin necesidad de decir nada. Si bien ofrece varios métodos para llegar a esta simplicidad, entre los que se encuentra alguno en que el mago habla a la partenaire puesto que hay un código en el juego, su solución temprana y que actualmente está en boga entre los mentalistas de establecer un código de silencio, ya fue creada en esa temprana época.

Destaca también por sus amplias relaciones sociales, puesto que trabajó para gente muy influyente y fue amigo personal de HAROLD LLOYD, el artista cómico de cine mudo, que muchos de vosotros ya sabréis, era un gran aficionado al ilusionismo. Al Baker, trabajó también para público infantil, siendo el trato exquisito y mágico a la vez, cosa difícil de lograr por algunos magos que actualmente se conforman con hacer vivir solo nuevas sensaciones a los niños. No digo que no esté bien basar un espectáculo infantil en el entretenimiento, pero creo sinceramente, que la magia debe tener un factor educativo y estimular la imaginación de los más pequeños como lo hacía él.

Ya casi para acabar, deciros que fue el primer ventrílocuo que se conoce como tal en los escenarios de todo el mundo y que la técnica de la ventriloquia no es paralela a la magia, sino que surgió de la magia, esencialmente del mentalismo y, Al Baker, tuvo la genial ideal de utilizarla para crear un personaje con el cual tenía una conversación divertida, amena y, sobretodo, educativa ante el público que actuaba. Si tenéis la oportunidad de leer EL ARTE DE LA VENTRILOQUIA de Al Baker, os daréis cuenta de que sin necesidad de teorizar mucho y, siguiendo unas pocas pautas, podéis interiorizar la esencia de este arte que nació con el personaje del cual estamos tratando.

En aquella época en la que no existía la tecnología de hoy y todas las referencias y conversaciones era por correo escrito, tenías que intuir lo que te había comentado algún amigo sobre el acto de otro mago en cuestión y deducir que método utilizaba. Esto llevó a algunas confusiones entre varios magos de la época y también con Al Baker entre otros. Sus discusiones con el mentalista Annemann sobre sus publicaciones en la revista THE SPHINX, son un claro ejemplo de como con toda la buena intención del mundo, al carecer de medios y sin conocerse personalmente siquiera, podía dar lugar a confusiones con respecto a la paternidad de determinadas ideas por parte de uno y otro. Y como los secretos que eran celosamente guardados por ambos maestros, eran descubiertos o versionados por terceros sin que ellos lo supieran y llegar a discusiones innecesarias propias de dos magos como eran Al Baker y Annemann.

La venta de ideas y productos originales de Al Baker, estaban dirigidas única y exclusivamente a magos profesionales y de confianza, para asegurar así la buena ejecución del efecto y preservar la magia como fenómeno social. Esto debería llevarnos a reflexionar si actualmente hacemos los mismo cuando leemos un juego y lo ejecutamos bien o mal, y que consecuencias tiene entre el público que asiste a los espectáculos de magia habitualmente.

"Cuando alguien del público va a ver magia y se encuentra con un mago que no da la talla, no es que no quiera ver más a ese mago, sencillamente no quiere ver más MAGIA".

Esperando que estos comentarios sean de vuestro interés y os hagan reflexionar, os saluda atentamente,

Francesc-Amílcar Riega i Bello